Llevamos toda la vida viendo nuestra
fuente, pero realmente pocos sabíamos cómo y por qué llegó “La Fuente” hasta
donde, todavía hoy, continúa presidiendo el paso de la calle Nueva hacia la
Carretera en nuestro pueblo: Higuera de la Serena. Esta es la historia de nuestra fuente: Mi abuela Josefina recuerda de su niñez
que, antes de que se instalara la que hoy llamamos “La Fuente”, existía un
punto principal para coger agua donde actualmente está la Casa de la Cultura. De
ese pozo se extraía el agua con una rueda a modo de “molinillo”, saliendo el
agua por unos grifos de los que se tomaba el líquido para llenar los cántaros.
Además de este punto de abastecimiento de agua, existían diferentes pozos
localizados en el casco urbano y en sus inmediaciones, destinados a tomar agua
para el uso doméstico. Estos pozos, todos ellos con brocal, eran el pozo
Gamarro, el pozo de la Ermita, el de la calle Nueva (que además tenía dos abrevaderos)
y el de la Fuente Vieja. En la provincia de Badajoz, igual que en
gran parte del territorio nacional, la guerra civil y los años de postguerra
quedaron muchos de nuestros pueblos en una situación de extrema sordidez, carente
de recursos económicos, alimentarios, educativos, sociales y, por supuesto, en
lo referente a los servicios básicos en los municipios. Con estas premisas, a partir del año 1956
la Diputación de Badajoz lanza los “Planes
Bienales”, unos proyectos destinados a dotar de servicios e
infraestructuras a las localidades de la provincia. El abastecimiento de agua
potable, el saneamiento, llevar la electricidad a todos los pueblos, construir
centros de salud, ayuntamientos, cementerios…, todos estos servicios e
infraestructuras tan elementales no estaban en la mayoría de las localidades pacenses,
o estaban destruidas o muy deterioradas por la hostilidad que soportaron
durante los años de contienda y desavenencia. En Higuera de la Serena el abastecimiento
de agua en este momento se hacía a través del pozo principal que he comentado
inicialmente (junto a la actual Casa de la Cultura), pozo que ya, en ese
momento, disponía de una bomba desde la que se sacaba el agua hasta un pequeño
depósito localizado en ese mismo lugar, y debajo, en la pared, había una pequeña
fuente con dos grifos. También entonces se continuaba utilizando los pozos. El
sistema de abastecimiento de agua seguía siendo muy prístino y rudimentario,
sin haber un servicio de aguas con garantías y mínimamente proporcionado para
abastecer a las más de 3.000 personas que vivían en la localidad. En el año 1966 los servicios técnicos de
la Diputación de Badajoz redactan el proyecto: “Obras de Investigación minera para aguas subterráneas previas al
alumbramiento para abastecimiento de Higuera de la Serena”, firmado por el
ingeniero Jesús Remón Camacho. En este proyecto se pretendía, tal y como versa
literalmente el documento: “…buscar un
criadero de aguas subterráneas…”, con suficiente caudal y calidad de agua
para abastecer a la localidad que, en ese año, contaba con 3.137 habitantes. Las zonas que se investigaron fueron el
paraje Villaverde, paraje Rincón Porquero, paraje Huerta Vieja, además de
alguna zona más próxima a la localidad. Se hicieron varios sondeos en todas estas
circunscripciones para determinar el lugar más idóneo. Todos estos trabajos
costaron 716.300 pesetas de las de entonces. En
el año 1968 se realizó la segunda fase del proyecto destinado a abastecer de
agua a nuestra población: “Alumbramiento
de aguas subterráneas con suministro a fuentes públicas para abastecimiento de
Higuera de la Serena”, firmado también por Jesús Remón Camacho. Aquí ya aclara que se utilizarían las
aguas del resultado favorable de la investigación previa, localizadas en el
paraje Villaverde, próximo a la carretera Llerena-Castuera. Se especifica en
los textos consultados que esas aguas eran potables, ya que únicamente se utilizaban
para uso doméstico por personal que habitaba en dicho lugar (unas familias de
Zalamea de la Serena). Allí se realizó un pozo de 16 metros de
profundidad con dos grupos de bombas. Se canalizó el agua hasta un nuevo depósito
que se construyó con una capacidad de almacenaje de 375 metros cúbicos,
localizado en la zona con mayor cota del municipio, que es el depósito que a
día de hoy continúa dando servicio de agua a nuestro pueblo (paraje Cerro del
Toro). Desde este depósito se instaló una tubería hasta el casco urbano que se ramificaría
conectándose a tres fuentes públicas, situadas estratégicamente dentro de la
localidad. Se proyectaron dos del tipo ornamental de 2 grifos (como la actual),
y otra monolítica. Todo este proyecto de infraestructuras
para abastecer de agua a Higuera de la Serena estaba presupuestado en 3.181.158
pesetas. El precio de la fuente ornamental era de 9.000 pesetas y el de la
fuente monolítica de 4.500 pesetas. Todas ellas diseñadas en granito.
Como podemos observar, estaba proyectado
instalar dos fuentes ornamentales de 2 grifos y otra más monolítica de granito,
pero ciertamente se instaló solo una, que es la que actualmente hay en Higuera.
Según me han contado mis padres, había en el pueblo otras dos fuentes de agua
de tipo monolítico y realizadas en mampostería, localizadas en la calle Padres y
en el pozo Gamarro (calle Isabel II), por lo que pudo haber una reforma del
proyecto de abastecimiento quedando como fuente principal la fuente ornamental de
2 grifos (nuestra fuente) y otras dos secundarias de tipo monolíticas
ejecutadas en mampostería, estas últimas distribuidas por el casco urbano para
dar cobertura al resto de zonas dentro de la localidad. Así el proyecto final
de abastecimiento de agua se modificaría quedando, definitivamente, de esta
manera. Igual que en Higuera de la Serena, estos
proyectos de abastecimiento de agua desarrollados por la Diputación de Badajoz
se realizaron en muchas más localidades de la provincia. Por este motivo, existen
en fuentes idénticas a nuestra fuente en numerosas poblaciones pacenses (Tamurejo,
Sancti Spiritu, Valverde de Llerena, Esparragalejo, Villalba de los Barros,
Valdecaballeros, entre otras). Los trabajos de realización de estas
fuentes se encargaron a canteros de Quintana de la Serena. Concretamente la
fuente de nuestro pueblo la realizó el maestro cantero Manuel Deogracias
Barquero (Quintana de la Serena, 1936). Manuel tuvo el detalle de venir a
Higuera a contarme más cosas sobre cómo fabricó nuestra fuente. Lo vemos en la
fotografía junto con las herramientas que, en aquellos años, utilizó para
realizarla: la maceta, el escarfilador, el cincel, el puntero y la bujarda. Con
estas herramientas, 20 metros cúbicos de granito y sólo los golpes y la fuerza
física (ya que no había maquinaria en aquellos entonces), elaboró la fuente de
granito “Gris Quintana”. Y es que ya lo explicaba Sebastián de
Covarrubias en el siglo XVII: “...Porque
donde no hay agua no puede haber habitación”, y así, desde épocas
ancestrales, la importancia que ha tenido la necesidad de abastecer de agua potable
y con garantías a los pueblos y ciudades es un hecho indubitable, teniendo
nuestro pueblo su propia historia del abastecimiento de agua, de la que “La
Fuente” es, sin lugar a dudas, su eslabón insigne. Espero que sigamos manteniendo y
conservando nuestra fuente, elemento patrimonial e histórico de Higuera de la
Serena y de su biografía relacionada con el agua, y que continúen muchas
generaciones de higuereños e higuereñas sentándose en ella a charlar en las
noches de verano. Fuentes consultadas y agradecimientos: Josefina Martín Portalo, Manuel Deogracias Barquero, Archivo Provincial de la Diputación de Badajoz. |
¿Quién pudiera entender los manantiales, el secreto del agua recién nacida, ese cantar oculto a todas las miradas del espíritu, dulce melodía más allá de las almas...? Federico García Lorca, 1919.
LA FUENTE DE HIGUERA DE LA SERENA
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