Hace tiempo
que tenía muchas ganas de conocer el Arca del Agua y la gran obra hidráulica
que se realizó para el abastecimiento de agua al Monasterio y a la puebla de
Guadalupe.
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Entrada a las minas del Arca de Agua |
En 1350 la gran mayoría de poblaciones y ciudades, no sólo en España sino también en Europa, carecían de agua corriente y de calidad. Fue entonces cuando fray
Toribio Hernández de Mena pensó en buscar agua en las montañas para hacer llegar
agua corriente no sólo hasta el Monasterio, sino también hasta los
últimos rincones de la puebla de Guadalupe. Ahí nació el Arca del Agua.
El Arca del Agua es Bien de Interés Cultural
desde 2017 y es una impresionante obra hidráulica de ingeniería medieval que continúa
operativa y abasteciendo de agua a Guadalupe en la actualidad.
EL ORIGEN DEL MONASTERIO Y LA PUEBLA DE GUADALUPE
El origen del Santuario y la puebla de Guadalupe está relacionado con la aparición de la Virgen María a finales del siglo XIII o principios del siglo XIV. En ese lugar, se construyó una prístina capilla en torno a la que comenzó a asentarse una pequeña población: la originaria puebla de Guadalupe.
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Virgen de Guadalupe |
La abundante caza y la singularidad y belleza de la zona atraían a reyes y nobles para practicar su afición cinegética. Entonces, Guadalupe
comenzó a ser un punto de referencia para el Rey leones Alfonso XI, quien quiso enaltecer y dignificar el Santuario guadalupense.
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Libro de la montería de Alfonso XI |
Un lugar con semejante proyección religiosa y enclave de culto y peregrinación, trajo consigo una, cada vez mayor, población religiosa y civil asentada, así como la continua presencia de peregrinos y fieles. Hay que tener en cuenta que, además de los habitantes de la puebla de Guadalupe, se calcula que había unas mil personas las que estaban en torno al Monasterio (entre monjes, sirvientes, estudiantes, huéspedes, peregrinos, pobres,…). Además, el Santuario desarrollaba también tareas de promoción de la cultura y de la salud a través de hospitales y escuelas de cirugía y medicina.
Es por ello
que era fundamental contar con un robusto sistema que garantizara tener agua de
calidad y en cantidad suficiente. Fue entonces cuando el rey Alfonso XI puso al
frente del Santuario a un joven canónigo de la iglesia de Toledo llamado
Toribio Fernández de Mena, fraile que inició la gran obra de traída del agua
desde las Villuercas.
EL AGUA EN LA
COMARCA DE LAS VILLUERCAS
Desde el
punto de vista meteorológico, la comarca de las Villuercas en una de las zonas
con mayor pluviometría de la región. Sus condiciones geológicas e hídricas han
favorecido la existencia de numerosos manantiales que, aún hoy, brotan por
numerosas partes de la sierra. Al sur se encuentran los ríos Rueca y
Guadalupejo y, por la zona septentrional, nacen los ríos Ibor, Vieja y Almonte.
El manantial mas cercano a la puebla de Guadalupe da origen al río Guadalupe o Guadalupejo,
del que recibe su nombre la puebla de Guadalupe (que vierte a la cuenca del
Guadiana).
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Vistas de las Villuercas |
Los materiales que constituyen el subsuelo de la vertiente sureste de la Sierra de la Villuerca son rocas permeables o semipermeables. Sobre ellas se encuentran las pedreras de “Los Hollicios”, también de una elevada permeabilidad.
Después de
pasar por las pedreras, el agua percola por las fracturas de los materiales
del subsuelo y desciende a grandes profundidades, donde es recogida en galerías subterráneas o, las también llamadas, "minas de agua". Cuando el agua subterránea puede salir por sí sola al exterior, se crean los denominados manantiales, conocidos comúnmente en la comarca por "manaeros", “bohonales” o “trampales”, como los que se
encuentran cercanos a las minas del Arca del Agua.
HISTORIA DEL ARCA DEL AGUA
Como he
comentado antes, el Arca del Agua y la traída del agua al Santuario y al
poblado se creó en el priorato de Toribio Fernández Mena.
Este
inquieto fraile, consciente de que el agua de mayor calidad era la que manaba
de la sierra, buscó río arriba hasta que encontró los manantiales de los que
nacía el río, situados en la falda sur de la sierra de las Villuercas. Allí
encontró agua con caudal y mucha calidad, pero la traída de esa agua hasta
Guadalupe no era sencilla, ya que tenía que conseguir hacer llegar el agua desde los “manaeros” hasta el Santuario. Fue entonces cuando se inicia
la obra de esta gran infraestructura hidráulica.
Junto a estos manantiales se construyeron las dos primeras Arcas, hechas de cal y canto, para almacenar el agua que brotaba de la montaña. Estas primeras arcas también hacían una función de decantación, para eliminar las partículas sólidas que pudiera arrastras el agua.
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Arca primera y entrada a las minas |
Pero fue la perforación del
monte que se localizaba entre los manantiales y la puebla el gran problema que
tuvo la construcción del Arca del Agua. Esta sierra, denominada de los
Miramontes, tuvo que ser perforada mediante un largo túnel, hecho que hizo
cambiar su nombre a Cerro Horadado, nombre con el que en la actualidad y, desde
entonces, se le conoce.
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Respiradero de la cañería |
La
perforación de la sierra se desconoce la longitud exacta que tiene. Según el
códice de 1540, es de 84 metros, mientras que el códice del siglo XVII dice que
tiene 168. Según algunas antiguas anotaciones, esta perforación tiene una
altura que “permite pasar cabalgando a un hombre”, aunque parece ser un tanto
exagerada.
La llegada
de la Orden de San Jerónimo, en 1389, fue determinante en los acontecimientos y mejoras del Santuario. En esta época se continuó dignificando el Monasterio hasta conseguir unas majestuosas instalaciones. En el sigo XV ya
era un gran Monasterio con muchos monjes, personal de servicio y numerosos
peregrinos que venían atraídos por la fama que adquirió el Santuario.
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Minas del Arca del Agua |
Por las
necesidades de agua que tenía el colosal Monasterio y la puebla de Guadalupe,
estaba comenzando a ser insuficiente la construcción que, hasta la fecha,
existía. Fue entonces cuando decidieron construir otra arca más honda (a cargo
del Monasterio) localizada antes de las dos existentes (junto a los
manantiales) y construyeron una cuarta arca (más pequeña), junto a los dos
primeros. En este momento se canalizaron las aguas de la fuente de los
Ballesteros al Arca del Agua.
En el año 1521, debido al hundimiento de los primeros manantiales, las fugas del sistema y la gran demanda de agua de la población y el Santuario, el padre Juan de Siruela decidió ir horadando aún más la montaña, encontrando una mina con dos galerías al seguir los manantiales más caudalosos.
En este momento fue cuando se mejoraron y repararon las galerías cubriendo las paredes con fábrica de ladrillo, además de protegerse con bóvedas.
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Minas del Arca del Agua |
Esta obra se
remató con una fachada que se encuentra frente al arca principal. Allí se instaló un
letrero en una gran plancha de metal que comienza diciendo:
“AD PERPERUAM REI MEMORIAM” con la siguiente inscripción “EN EL ANNO DEL NASCIMIENTO DE NUESTRO SENNOR IESU CHRISTO DE MILE QUININESTOS Y VEINTE Y UNO EL AGUA QUE AQUÍ NASCE SE HUNDIO CINCO ESTADOS EN HONDO Y NO PODIA YR AL MONASTERIO Y PUEBLO”.
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Plano del Arca del Agua |
El arca
donde entra toda el agua de la mina está hecha de piedra y ladrillo con techos
abovedados. El arca secundaria o
purificadora, posteriormente desapareció y se adaptó el arca principal como
purificadora. El arca actual es de forma rectangular de 5.30*4.0 metros. Está
cubierta con bóveda de piedra granítica ojival.
A mediados
del siglo XVII el agua de los manantiales tenía cada vez menos caudal, por lo
que se volvió a buscar más agua en el interior de la montaña. Ir excavando
hacia el interior de la montaña dio como consecuencia el descubrimiento de una
nueva red de galerías interiores que alcanzaron a una profundidad de unos sesenta
metros.
En este plano se muestra el trazado total que han tenido los túneles de esta obra, tras las sucesivas ampliaciones que se tuvieron que ir realizando para localizar agua en el interior de la montaña.
LAS CAÑERÍAS QUE TRANSPORTABAN EL AGUA HASTA GUADALUPE
Las arcas, que recolectaban el agua de los "manaeros" del Monte Horadado, suministraban el agua a una cañería que la canalizaba hasta el Monasterio y la puebla de Guadalupe.
La cañería está realizada de "atanores" (caños de barro) machihembrados. En esta conducción se instalaron, cada pocos metros, respiraderos de ladrillo que hacían la función de las actuales ventosas (eliminación del aire para evitar roturas). La conducción, además, tenía numerosas arquetas que hacían de pequeñas lagunas limarias para purificar el agua.
Las cañerías estaban hechas de
barro cocido a alta temperatura para que soportaran bien las diferentes
presiones que van soportando estas piezas en su recorrido. La cañería está
formada por “atanores” de
forma tubular troncocónica y, en su interior, están vidriadas para
evitar la erosión por el agua (excepto en las boquillas para conseguir una
mejor adhesión en la unión).
En la
técnica tradicional de fabricación de los caños de barro, el vidriado se hacía por
inmersión del tubo después de una primera cocción muy ligera en una solución de
óxido de plomo y otros componentes disueltos en agua y vinagre.
Esta cañería, una vez incoporada al núcleo urbano, realiza doce grandes repartos de agua que se describen a continuación.
LA RED DE DISTRIBUCIÓN DE LA PUEBLA DE GUADALUPE Y EL MONASTERIO
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Antiguo plano distribución del reparto de agua en la Puebla de Guadalupe |
El agua traída desde el Arca del
Agua, gracias al reparto que se realizaba a través de las cañerías principales (que hacían de verdaderas arterias de distribución de agua dentro del casco
urbano) abastecían a más de 200 puntos de agua como fuentes, aljibes,
abrevaderos, pilares e incluso algunas viviendas en la población.
1 REPARTO DE AGUA: Agua para las instalaciones de la gran huerta del Monasterio. Además, desde este primer reparto de agua, se abastecería la pellejería, el corral de las gallinas, la carretería, el pilar donde bebían los bueyes, el molino de aceite, el molino de la cera, la ollería, la carnicería, el matadero, el corral de las vacas, la acemilería, la alberca de la huerta del cerrillo, la fuente del Atozano , la fuente y el pilón de la Pellejina y la alberca grande de los peces del Almijar.
2 REPARTO DE AGUA. Agua para la fuente del Alamillo.
3 REPARTO DE AGUA. Agua para el matorral. Desde aquí saldría agua para la huerta del Monasterio situada por encima del tejar, para el tejar y su alberca.
4 REPARTO DE AGUA. Agua para la fuente del Caño
5 REPARTO DE AGUA. Agua para la fuente de San Antón Serrano.
7 REPARTO DE AGUA. Agua para el Hospital de Mujeres, los Palaciones de la Buena Cristiana y el Monasterio.
8 REPARTO DE AGUA. Agua para el mesón de la calle Nueva.
9 REPARTO DE AGUA. Agua para la casa de los Alemanes, la fuente de los Tres Chorros, la fuente del Chorro Gordo y para otros lugares.
10 REPARTO DE AGUA. Agua para el estudio, el Hospital de San Juan Bautista y el Mesón del Rincón.
11 REPARTO DE AGUA. Agua para la Casa de las Medicinas, las necesarias del hospital y la Casa XII de la Plaza.
12 REPARTO DE AGUA. Agua para la Casa del Arcipreste, el Mesón Blanco y otras casas de la plaza y alrededores.
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Hospital de Mujeres. Guadalupe |
LAS FUENTES DE LA PUEBLA DE GUADALUPE
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Fuente de la Plaza de Santa María. Guadalupe |
En Guadalupe, igual que en la gran mayoría de poblaciones de la época, los vecinos se tenían que desplazar con cántaros y garrafas a las fuentes públicas para llevar agua a sus casas y así poder consumirla y utilizarla en el hogar. De esta manera, existía en la localidad una red de fuentes públicas que daban cobertura de agua a toda la población.
La red de fuentes históricas que existen en Guadalupe pertenece al sistema de abastecimiento original de la localidad, por lo que estos elementos que, a veces vemos como vetustos ornamentos en las calles y plazuelas, tuvieron un papel crucial en el sistema de abastecimiento de agua a Guadalupe y son verdaderas reliquias del patrimonio histórico urbano ligado al agua.
Fuente de los Tres Chorros |
A continuación, se hace una relación de las fuentes más relevantes de la Puebla de Guadalupe: fuente de la Carnicería, El pilar de la Acemilería, fuente del Altozano, fuente y pilón de la Pellejina, fuente del Alamillo, fuente del Caño, fuente de Antón Serrano, fuente de la Pasión.
ABASTECIMIENTO DE AGUA AL MONASTERIO Y SUS FUENTES
Por la envergadura del Monasterio, existía una red de distribución interna muy importante para dar servicio de agua a todas las estancias y zonas que necesitaban agua: la lavandería, cocina, sacristía, letrinas, claustro, enfermería, curtiduría, cocina, bodega, barbería, etc. Además, existen fuentes ornamentales y de fines religiosos de especial relevancia en el Santuario.
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Patio y templete Monasterio de Guadalupe |
A
continuación se mencionan las fuentes más significativas que hay en el Monasterio: Fuente
del Leoncillo del claustro de la Enfermería, fuente del claustro principal del
Monasterio, la fuente de la Consolación, la fuente de Jaspe de la capilla de Santa Lucía, fuente del lavatorio de la Sacristía, fuente del Claustro de la
Mayordomía, fuente del Claustro Mudéjar (Templete), fuente del lavatorio o de
la Cervatilla.
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Lavatorio en el patio del Templete. Real Monasterio de Guadalupe |
EL ARCA DEL AGUA RECOGIDA EN CÓDICES. EL ARCHIVO DEL MONASTERIO
El valor patrimonial y cultural del Monasterio no sólo está en sus muros, sino también en todo lo contenido en él, como es el caso del archivo y la biblioteca monasterial.
En él se
encuentran numerosos códices, legajos, bulas, breves, traslados, microfilmes y
xerocopias, de los siglos XIV al XX, recogiendo buena parte de la
historia del Monasterio, Guadalupe, Extremadura y España. El número
aproximado de fichas o documentos es de 17.300, en su mayoría originales, desde Alfonso XI hasta
Isabel II.
El Arca del Agua, así como sus
continuas mejoras y modificaciones, se han ido recogiendo en los antiguos
códices que, aún hoy, se conservan en el archivo del Monasterio.
A continuación, se mencionan los
códices en los que, de alguna manera, ha venido recogida información sobre la
construcción del Arca del Agua, así como de sus continuas mejoras o modificaciones
a lo largo de los años:
1) CÓDICE DEL SIGLO XVI
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Códice escrito en 1507. Archivo Monasterio de Guadalupe |
-Códice escrito en 1507. Titulado:
“De los caños del agua que hizo el maestre albañil el año de 1507 siendo prior
el padre Fray Juan de Constantina."
Este códice, comienza con la
letra del padre Fray Juan de Constantina, y dice:
“En el nombre de Dios y de Nuestra Señora la Virgen María su gloriosa madre.
En este libro se continene todo lo que pertenece a la conservación y reparo y
limpieza del arca del agua que viene a esta casa y pueblo de Nuestra Señora de
Guadalupe”.
-Códice escrito en 1540-1541. Titulado: “El libro de los caños del agua deste Monasterio de Nuestra Señora Sancta María de Guadalupe" (Fue donado por el Ayuntamiento de Guadalupe y se encuentra en la exposición del Monasterio). En él aparecen numerosas adicciones, noticias y escritos referentes a obras y arreglos de la cañería y repartimentos de agua hechos posteriormente bajo un título que dice: “Libro de origen y progreso de la cañería”.
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Códice escrito en 1540-1541. Museo Real Monasterio |
-Códice
escrito en 1568. Titulado: “Libro del arca desta casa de nuestra señora sancta maría de Guadalupe".
2) CÓDICES DEL SIGLO XVI
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Texto: Libro de los caños del Agua. Códice 1507. Archivo Real Monasterio |
Además de la historia del Monasterio y de Guadalupe recogida en códices, ha habido grandes historiadores que han reflejado en sus obras la historia de este lugar histórico: Jerónimo Munzer, Fray Diego de Écija, Fray Gabriel de Talavera,
Fray José de Sigüenza, Fray Juan de Malagón Fray Francisco de San José, Antonio
Ponz y Fray Germán Rubio han sido algunos de ellos.
EL ARCA DEL AGUA COMO REFERENCIA DE PATRIMONIO HIDRÁULICO
El gran valor patrimonial que guarda Guadalupe no sólo se encuentra en su Monasterio y casco hístórico, también se encuentra en el Arca del Agua, impresionante obra hidraúlica del medievo que continúa abasteciendo de agua a los guadalupenses y a todos los visitantes y peregrinos que continuamos yendo a venerar a la patrona de los extremeños: la Virgen de Guadalupe.
Desde luego que es muy valioso
tener en nuestra región una infraestructura relacionada con el agua de ese valor
histórico y patrimonial, desconocida por muchos extremeños, pero que guarda
entre sus piedras, túneles, atenores y fuentes, una espectacular obra histórica de ingeniería a nivel mundial.
AGRADECIMIENTOS
Quiero, por último, agradecer a Felipe Sánchez Barba, alcalde de Guadalupe, el facilitarme la visita al interior del Arca del Agua, a Antonio Ramiro, archivero de la biblioteca del Real Monasterio, por mostrarme los antiguos códices donde viene recogida toda su historia, a Nani Brías, por ayudarme con los planos y, por supuesto, a todos los amigos y familiares que me han acompañado en los desplazamientos que he tenido que realizar a Guadalupe para poder escribir este artículo.
Muchas gracias a todos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
"El Arca del Agua. La gran obra hidráulica realizada por el santuario Monasterio de Guadalupe". Autor: Hipólito Ámez Prieto.
www.migeoparquevilluercas.com
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