El disponer de agua para poder beber, cocinar, el aseo, la
limpieza,…La importancia del agua para abastecer a las poblaciones ha sido una
de las principales preocupaciones para nuestros pueblos, desde épocas
ancestrales y generación tras generación. En Valverde de Llerena no fue
diferente.
Esta es la historia del agua de Valverde:
Los más mayores de la localidad
todavía recuerdan el principal punto de abastecimiento de agua: “El Pilar” de
la Plaza. El pilar disponía de unos caños donde era habitual ver a las
valverdeñas y valverdeños ir a llenar sus cántaros para el consumo de agua en
el hogar, además de contar éste con un gran abrevadero para dar de beber a las
bestias. Este pilar fue construido en mampostería y lo presidían dos columnas
de mármol que se trajeron del Teatro Romano de Regina (Casas de Reina). Estas
columnas, con el importante peso de la historia guardado entre sus piedras, son
las que en la actualidad adornan la entrada del cementerio de Valverde.
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Pilar de la Plaza. Valverde de Llerena |
El Pilar se abastecía de un venero natural que venía por la
calle Cañada, cuyo origen estaba un pozo localizado en la puerta del bar “La
Peña”. Cuando este venero no tenía suficiente caudal de agua para llenar el
abrevadero, dos vecinos de Valverde se encargaban de llenar el bebedero de
animales ayudados de una tubería de las de la época, formada por “atenores”
(pequeños tubos cerámicos que se acoplaban). El Pilar estuvo en uso hasta finales de los años 60.
Además del pilar de la Plaza, había
varios puntos distribuidos por la localidad para tomar agua. Algunos estaban en
las calles, y otros dentro de las viviendas (aunque se hiciera un uso comunal
de ellos). Estos pozos fueron (y aún se conservan): El pozo de la calle
Castillo, el de la calle Cañada, el pozo Tejar (en la calle Cerrillo Cháves) y
el pozo de la Bomba (situado en los alrededores de Cotorrillo). En este último
era habitual ver a “Morales” sacar agua con una bomba manual, para llenar los
cántaros y latones de los vecinos que se acercaban a este punto de acopio de
agua, cobrando por el servicio que prestaba “una perra gorda”.
LA GUERRA CIVIL. UN ANTES Y UN DESPUÉS
La guerra civil y el período de
postguerra provocaron que muchos de nuestros pueblos quedaran en una situación
de carencia de servicios básicos y de escasez de recursos, alguno de ellos de
primera necesidad para los ciudadanos, como puede ser el abastecimiento de
agua.
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Pilar de la Plaza. Valverde de Llerena |
Con estos antecedentes,
es a partir del año 1956 cuando la Diputación de Badajoz impulsa los
denominados: “Planes Bienales”, proyectos
destinados a dotar de servicios e infraestructuras a las localidades de la Provincia
de Badajoz; Agua potable, saneamiento, casas consistoriales, colegios,
consultorios médicos,…. Muchos de estos servicios tan elementales estaban en
nuestros pueblos en unas condiciones muy precarias o, incluso, no se prestaban.
En este
momento se consideró a Valverde de
Llerena como una localidad con necesidades de mejora de su sistema de
abastecimiento de agua. Para ello se puso el marcha el proyecto: “Obras de prospección
previas al alumbramiento de aguas para abastecimiento de Valverde de Llerena”,
firmado por el ingeniero Jesús Remón Camacho en el año 1962. En ese año
Valverde contaba con una población de
2.372 habitantes. Para localizar aguas subterráneas para abastecer a la
localidad, se hicieron prospecciones en los parajes de La Cañada, El Bailaero,
La Menga y el Pozo Nuevo, localizando finalmente las zonas acuíferas más
apropiadas en el término de Guadalcanal, a 8 kilómetros de Valverde.
En el año 1964 se llevó a cabo la continuación
del proyecto: “Proyecto de Abastecimiento de Aguas (1ª fase) a Valverde de
Llerena, redactado por el mismo autor. En este documento se especifica que
necesitaban para abastecer a la localidad un caudal de 100 litros/hora y día. En
los trabajos a desarrollar se contemplaba un pozo principal de 12,5 metros de
profundidad y una sección de 3 metros de diámetro, que es el pozo de la Cañada.
Dentro del proyecto, además, estaba recogida la construcción de un depósito,
que a día de hoy sigue siendo el depósito que abastece la localidad (ubicado en
el cerro de La Horca), desde el que saldría una tubería general que se
ramificaría dentro del casco urbano para abastecer a cinco fuentes públicas:
una ornamental (que es la que actualmente conserva la localidad en la Plaza),
otra adosada a dos grifos y tres más de tipo monolíticas, todas ellas
realizadas en granito.
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Fuente ornamental de Diputación. Valverde de Llerena |
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Fuente ornamental de Diputación. Valverde de Llerena.
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El proyecto para llevar a cabo todas las infraestructuras
para abastecer de esta manera a Valverde de Llerena estaba presupuestado en
2.069.744,25 pesetas de las de entonces. El precio de la fuente ornamental era
de 40.302 Pesetas, las adosadas con dos grifos de 16.950 pts/ud. y las fuentes
monolíticas de 10.500 pts cada una de ellas.
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Fuente monolítica de Diputación. Valverde de Llerena. |
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Fuente monolítica de Diputación. Valverde de Llerena. |
El proyecto inicial debió de ser modificado, ya que
finalmente se instaló una fuente ornamental, que es la que a día de hoy
continúa presidiendo la Plaza de Valverde, y seis fuentes monolíticas que se
ubicaron por diferentes puntos de la localidad.
Igual que
en Valverde de Llerena, estos proyectos de abastecimiento de agua desarrollados
por la Diputación de Badajoz se llevaron a cabo en muchas más localidades de la
provincia. Por este motivo, existen en fuentes idénticas a la fuente valverdeña
en numerosas poblaciones pacenses (Higuera de la Serena, Tamurejo, Sancti
Spiritu, Esparragalejo, Villalba de los Barros y Valdecaballeros, entre otras).
Estas fuentes de granito
fueron realizadas en Quintana de la Serena por maestros canteros. Concretamente
la fuente de Valverde de Llerena la realizó el cantero Manuel Deogracias
Barquero (Quintana de la Serena, 1936), al que vemos en la fotografía junto a
la fuente de Higuera de la Serena, con las herramientas que, entonces, utilizó
para fabricarla.
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Manuel Deogracias Barquero posando en fuente ornamental de Diputación. Higuera de la Serena 2017 |
En el año 1968 se continuó con la
tercera parte del proyecto de abastecimiento a la localidad: “Proyecto de
investigación para ampliación a la captación de aguas subterráneas para
abastecimiento de Valverde de Llerena”, redactado también por Jesús Remón
Camacho. En este proyecto se plantea la necesidad de aumentar el caudal
suministrado a la localidad ya que, como se comenta en los textos consultados, a
la red instalada del proyecto anterior (que estaba diseñada para abastecer a
las fuentes públicas) se comenzaron a conectar las viviendas (acometidas
domiciliarias), por lo que se vio necesario ampliar la dotación de caudal al
sistema de abastecimiento de Valverde. Se hicieron varios sondeos para
determinar el de mayor caudal para completar las necesidades de agua de la
localidad en ese momento. Este proyecto tuvo un presupuesto de 667.646 Pesetas.
En el año 1977 nuevamente tuvo que
realizarse otra actuación para la mejora del abastecimiento de agua a la
localidad. Proyecto: “Captación y conducción de Valverde de Llerena”, esta ver
firmado por el ingeniero Cesar Vila Ruiz. En estos documentos se hace especial
mención a las dificultades que había en la localidad para encontrar zonas ricas
en aguas subterráneas, de hecho se menciona literalmente: “La zona donde está enclavada Valverde no es muy generosa en aguas, y
la zona donde está ubicado el pozo ha bajado mucho el nivel freático. Todo ha
funcionado muy bien menos los caudales para el abastecimiento a la población”.
Ante esta problemática, el ayuntamiento de la localidad hizo gestiones
para adquirir un manantial existente en las proximidades de la Carretera de
Llerena a Guadalcanal, ya en término de la provincia de Sevilla, a unos 10
kilómetros del casco urbano. Este es el pozo de la Sierra, en la finca “Lo toro
y gineta”. A pesar de la época de inicio de las gestiones para la adquisición
municipal del manantial, ciertamente la regularización de esta expropiación no
se puso en orden hasta los años noventa.
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Fuente ornamental de Diputación. Valverde de Llerena. |
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Las necesidades de dotar a la
localidad de agua para el abastecimiento a la población no terminaron en el año
77, ya que en 1980 muchas poblaciones de la provincia sufrieron una fuerte
sequía, motivo por el cual la Diputación Provincial tuvo que poner en marcha un
“Plan de Emergencia” para cubrir las necesidades de agua de los pueblos
pacenses. La Diputación de Badajoz en este “Plan de Emergencia” destinó
76.000.000 de pesetas para investigar aguas subterráneas y nuevas captaciones en
los pueblos de la provincia. Concretamente a Valverde de Llerena, dentro del
plan, se destinaron 2.000.000 de pesetas para estos fines. En ese momento la
localidad tenía 1.106 habitantes y se realizaron varios sondeos para determinar
el lugar más apropiado para continuar mejorando las garantías de agua a la
localidad, aunque los resultados no fueron fructíferos.
Ya en los años 90 Valverde de Llerena
se conectó al recién construido sistema de abastecimiento de la Mancomunidad de
Aguas de Llerena, fecha a partir de la cual la localidad comenzaría a abastecerse
del pantano de Llerena. Fue entonces un antes y un después en la historia del
abastecimiento de agua a la localidad, quedando los pozos en un lugar
secundario para el abastecimiento de agua a los valverdeños.
Curiosamente fue la Diputación de Badajoz la administración pública que inició y desarrolló los proyectos para dotar a la localidad de infraestructuras y medios técnicos para que Valverde tuviera un Servicio de Aguas de calidad y, el destino ha querido que de nuevo, en la actualidad, esta administración provincial a través de su Consorcio de Servicios Medioambientales (Promedio) sea quien se encargue de gestionar el Servicio de Aguas valverdeño.
Es muy significativo ver el importante papel que tuvieron
estos pozos y pilares para abastecer de agua a la localidad, siendo elementos
patrimoniales ligados a la biografía del agua, guardando todavía hoy en sus
piedras y sus aguas, la historia del agua de Valverde.
Documentación: Archivo Provincial de la Diputación de
Badajoz. Agradecimientos: Andrés Gómez Parra.