El granito y el agua son dos
elementos muy unidos desde épocas remotas. Esta roca granulada de estética
singular, por ser muy robusta, inerte y de un labrado asequible, ha sido uno de
los principales materiales utilizados por numerosas civilizaciones a lo largo
de la historia para almacenar y distribuir agua.
Manuel Deogracias Barquero
(Quintana de la Serena, 1936) es un cantero de arraigada tradición familiar muy
vinculada con el granito. Su padre, él, su hijo,…el apellido Deogracias se cruzó hace ya muchos años con
el granito, y a día de hoy continúa férreamente esa unión.
Nuestro protagonista, Manuel, siendo
un niño con tan sólo once años, ya trabajaba en la cantera. Entonces se iba a
la escuela de noche (para poder trabajar de día), y sólo en los meses de
invierno. Manuel únicamente fue durante tres inviernos a la escuela porque, como
las clases las tenía de invierno a invierno, se le olvidaba lo que había
aprendido el año anterior…y por mucho que quería…” ¡Así no se podía aprender nada!”- nos explicaba.
Muchos municipios de la provincia
de Badajoz tras la guerra civil quedaron con infraestructuras muy deterioradas
y sin servicios básicos. Por este motivo, en el año 1956 la Diputación de
Badajoz lanza los “Planes Bienales”, unos proyectos con los que se impulsaba la
mejora del abastecimiento de agua, la electricidad, la adecuación de calles, los
edificios públicos, etc. de las poblaciones pacenses. Fue en este año el inicio
de un período de importante actividad en la industria del granito en Quintana,
ya que esta roca fue un material muy utilizado para estas actuaciones: Adoquines,
pilares, recubrimientos de edificios y, por supuesto, para fuentes de agua.
Estas últimas, importantes obras de cantería realizadas en Quintana de la
Serena, forman parte de la historia del abastecimiento de agua de la provincia
de Badajoz, ya que fueron los primeros proyectos de abastecimiento de agua
impulsados por una administración pública, para dotar a los pueblos de la
provincia de servicios municipales de abastecimiento de agua.
Recuerda Manuel Deogracias que
las primeras fuentes que realizó por encargo de Diputación las hizo cuando
trabajaba con su padre. Por aquellos entonces, los canteros eran como
“autónomos”. Los encargos de los trabajos llegaban en un telegrama a “La
Telefónica”, que estaba en la plaza del pueblo. En el telegrama les citaban a
una hora, y en ese momento los canteros se acercaban del campo a “La Telefónica”
para reunirse el técnico de Diputación o el contratista, y así acordar el
precio, entregar los planos ... y concretar los pormenores del trabajo contratado.
LA FABRICACIÓN DE LAS FUENTES
Para fabricar la fuente de
Diputación se necesitaban unos 20 metros cúbicos de granito. Primero, en la cantera,
se separaba el bloque de granito con la ayuda de la marra. Después, con la
palanca y únicamente la fuerza física de los canteros, se extraía la piedra. Se
trabajaba prácticamente en el punto de extracción al no haber maquinaria ni medios
para mover esas piezas tan grandes. Con herramientas de mano muy sencillas: la
maceta, el puntero, el cincel, el escarfilador y la bujarda, los canteros
conseguían modelar y fabricar grandes y complejas piezas de granito.
Para la realización de la fuente, nos narraba Manuel cómo era el proceso: … “Primero se hacía una línea con el escafilador, luego se sacaba la arista con el cincel, y después se ponía la cara plana con el puntero. Una vez realizado esto, con el abujardao se le daba el acabado final” … El trabajo del cantero siempre había sido agrupado porque … “Necesitábamos
ayudarnos para mover las piedras tan pesadas” ...: nos aclaraba Manuel.

La fuente tiene tres alturas: la
base está compuesta de nueve piezas, la parte intermedia de dos y el cilindro
de la parte superior que es una única pieza. Cada una de las piezas tardaban en
fabricarla unos cinco días, por lo que el tiempo de elaboración de cada fuente
era de 45 días aproximadamente. Normalmente el cantero realizaba la fuente, en
varias piezas, y la transportaba hasta el punto de entrega (Ya en el año 55
tenían camiones para este fin, aunque antes se transportaban las piezas en
carros tirados por burros). El peso de la fuente finalizada era de 20.000 kilos
y su precio de 52.000 pesetas.
En la fabricación de estas
fuentes de agua trabajaron muchos canteros de Quintana entre los años 1956 y
1975. Además de este modelo de fuente, que es el más extendido en la provincia,
se realizaron más diseños de otras fuentes también encargadas por Diputación en
este período. La última fuente de Diputación que realizó Manuel fue la de
Higuera de la Serena, fuente junto a la cual lo vemos en la fotografía, con las
herramientas que entonces utilizó para fabricarla.
De los Planes Bienales se
instalaron más de 50 fuentes de granito “Gris Quintana” y se encuentran,
todavía a día de hoy, presidiendo y engalanando numerosas plazas y calles de los
pueblos de la provincia de Badajoz.
Manuel Deogracias a lo largo de
su dilatada vida profesional como cantero, realizó numerosas e importantes
fuentes además de las encargadas por Diputación. Una de las fuentes más significativas
fruto de los golpes de la maceta de Manuel, fue una que realizó para una plaza
de Nueva Orleans (EEUU), que era grande, nos contaba: “¡como un campo de fútbol” .... Otras fuentes singulares e históricas realizadas por Manuel Deogracias han sido la fuente de la plaza de la Estación de Atocha, las dos fuentes que están en la Puerta de Sol y la fuente de Colón, todas ellas en la ciudad de Madrid. Realmente es muy significativo ver que buena parte de la arquitectura urbana relacionada con el agua, a nivel no sólo nacional sino internacional, está construida con granito local y es obra de maestros canteros de Quintana de la Serena, como el incansable Manuel Deogracias.

Manuel Deogracias Barquero junto a fuente de granito en Higuera de la Serena (Badajoz). Año 2018
Fuentes consultadas y agradecimientos: Manuel Deogracias Barquero. Archivo Provincial de la Diputación de Badajoz.
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